El staking de Ethereum reducirá el uso de energía más de un 99%
A medida que más críticos de la ineficiencia energética continúan inundando el mercado de las criptomonedas, la Ethereum Foundation ha anunciado que la segunda criptomoneda más grande del mundo se mudará de minado a staking en los próximos meses, una transición que reducirá el consumo energético de Ethereum más de un 99%.
El mercado de las cripto se hundió el miércoles 12 de mayo después de que Elon Musk anunciara que Tesla dejaba de aceptar Bitcoin como método de pago, citando preocupaciones sobre el incremento de uso de combustible fósil para el minado de la moneda digital y procesos de transacción. En consecuencia, las noticias generaron olas en el mercado, llevando a muchos a reconsiderar el impacto medioambiental de Bitcoin.
Ethereum ha pasado a ser el centro de atención tras revelar estimaciones de que su migración a un sistema con prueba de participación (proof-of-stake) reducirá el consumo de energía de la blockchain un 99.95%, según un post publicado por Carl Beekhuizen de la Ethereum Foundation.
Ethereum se hace ecológica
Una gran parte de las mejoras de Ethereum 2.0 son la adición de la nueva Beacon Chain que introdujo el staking a la red, en un esfuerzo por reducir la ineficiencia energética. El objetivo es que la red principal de Ethereum termine fundiéndose con la Beacon Chain, permitiendo el staking y marcando el final del actual sistema de minado. En su post, Beekhuizen destacó cómo ‘La fusión’ reducirá significativamente el uso de energía de la red.
Se estima que hay aproximadamente 87.000 validadores haciendo staking en casa usando alrededor de 100W de energía, significando que los stakers en casa usan aproximadamente 1.64 megavatios en total. Luego están los stakers con custodia que, basándose en lo que Beekhuizen considera una sobreestimación, usan alrededor de 100W por cada 5.5 validadores, sumando unos 0.98 megavatios de energía.
Con estas estimaciones combinadas, Beekhuizen dice que el consumo de energía de Ethereum será de 2.62 megavatios después de la fusión. Esta reducción masiva en el uso energético hará a Ethereum pasar de necesitar la energía de un país entero al equivalente de una ciudad pequeña de 2100 casas.
Críticas a la prueba de trabajo
La principal crítica a Bitcoin y Ethereum es la cantidad excesiva de energía usada en el proceso de minado de los sistemas con prueba de trabajo (proof-of-work, PoW). La PoW es un mecanismo de consenso que esencialmente opera mediante los mineros compitiendo por proponer bloques válidos que puedan ser agregados a la blockchain.
Para crear un bloque con éxito, los mineros tienen que averiguar una nueva prueba de trabajo ganadora. Conseguir esta prueba de trabajo, que tiene que cumplir las normas explícitas de la red, es extremadamente difícil y los mineros solo ganarán Ethereum una vez que averigüen el cálculo que encaja con las condiciones del protocolo. Los mineros utilizan un proceso llamado ‘hashing’ – convertir un input en una secuencia de letras y números – para resolver estos complejos puzles.
Los mineros alrededor del mundo producen trillones de cálculos cada minuto y el que consiga la prueba de trabajo ganadora recibe un lote de esa criptomoneda, lo que típicamente ocurre cada 10 minutos. El protocolo creará entonces otro valor para que los mineros hagan hashing y la carrera empiece de nuevo.
Como quizá hayas adivinado, la prueba de trabajo es un proceso complejo por lo que los mineros requieren de un equipamiento especializado y grandes cantidades de poder computacional. Por esta razón, el consumo energético actual de Ethereum es el equivalente al de un país entero.
Por qué el staking es más eficiente energéticamente
La prueba de participación (proof-of-stake, PoS) ha emergido como una alternativa menos exigente de energía que la PoW. Bajo este mecanismo de consenso, hay varias entidades llamadas validadores, que son responsables de elegir los siguientes bloques que serán añadidos a la blockchain.
En palabras simples, estos validadores bloquean o ‘apuestan’ parte de su ether para participar en el proceso de staking, requiriendo mucha menos actividad que la PoW. Para ser un validador y tener un nodo validador en Ethereum 2.0, tendrás que bloquear 32 ether.
Al igual que con PoW los mineros son recompensados, también lo son los validadores. Las recompensas ether se dan cuando los validadores legitiman un nuevo bloque cumpliendo los requisitos del protocolo o cuando ganan su propio bloque. No obstante, los validadores también pueden ser penalizados. Si proponen un ‘mal’ bloque, por ejemplo, uno que tiene transacciones falsas, parte de sus recursos bloqueados serán retirados y se enfrentarán a un baneo de la red. Las penalizaciones también se dan en otros casos, como cuando un validador se desconecta de Internet.
Además de requerir mucha menos energía para sostener la red, el staking no requiere ningún hardware de alta gama, significando que hay menos riesgo de que la red acabe centralizándose entorno a unos pocos individuos con grandes equipos informáticos.
Pero la prueba de participación (PoS) no está libre de críticas. Como una rama de PoW que fue creada para remediar las propiedades consumidoras de energía de Bitcoin, es relativamente nueva, por lo que no ha sido probada y testada tanto como la PoW.
El futuro de Ethereum
Beekhuizen deja claro que las cifras usadas en el post son estimaciones. Sin embargo, mientras el foco sigue iluminando a las dos grandes protagonistas del mundo cripto, esta es una noticia prometedora entorno a resolver dudas sobre la sostenibilidad de los activos digitales.
También se espera que una vez que las soluciones de escalabilidad, como el sharding, están en pleno apogeo, el gasto energético por cada transacción continuará decreciendo. No hay fecha exacta para cuando ocurrirá la migración completa a la PoS, pero ya que se espera que las actualizaciones Eth 2.0 concluyan en 2022, la expectativa es que no se hará de esperar demasiado.
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